XXVII DOMINGO ORDINARIO
SAN MIGUEL ARCANGEL
Por Nuestro Párroco, P. Carmelo Jiménez
Celebramos de manera especial a nuestro Santo Patrono: San Miguel Arcángel. Yo sé que en todas partes se ha celebrado el 29 de septiembre que es el día los Santos Arcángeles. Haciendo un esfuerzo comunitario queremos que no pase desapercibido este día importante para nuestra comunidad de la Parroquia de Sebree, Ky.
Preguntas como: ¿Qué es un ángel? ¿Qué hace un Ángel? ¿Es cierto que hay siete jerarquías? La teología no ha dicho mucho respecto a todo eso, pero San Gregorio Magno, en el Oficio de Lectura, de la Liturgia de las Horas nos dice: “Hay que saber que el nombre de «ángel» designa la función, no el ser, del que lo lleva. En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial son siempre espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que solamente lo son cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor importancia se llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se llaman arcángeles.”
Respecto a las jerarquías no son siete sino nueve que aparecen en las Sagradas Escrituras, veamos: Querubines (Heb 9: 5), serafines (Is 6:2), tronos, dominaciones, principados, potestades (Col. 1, 16) virtudes angelicales (Ez 1: 24-27), ángeles (Heb 12: 22), y arcángeles (Lc 1: 26, Tobias 3: 16-17 Ap. 12:7).
Continuando la lectura de San Gregorio Magno, del Oficio de Lecturas, nos explica el porqué de los nombres: “Por la misma razón se les atribuyen también nombres personales, que designan cuál es su actuación propia. Porque en aquella ciudad santa, allí donde la visión del Dios omnipotente da un conocimiento perfecto de todo, no son necesarios estos nombres propios para conocer a las personas, pero sí lo son para nosotros, ya que a través de estos nombres conocemos cuál es la misión específica para la cual nos son enviados. Y, así, Miguel significa: ¿Quién como Dios?, Gabriel significa: Fortaleza de Dios y Rafael significa: Medicina de Dios.”
Voy a enfocarme en San Miguel, ¡Quien como Dios! Es un grito de guerra en defensa de los derechos de Dios. Es uno de los jefes supremos de la legión angélica, que vino en auxilio del profeta Daniel. El Libro del Apocalipsis nos narra la batalla que se trabó contra Lucifer o Satanás, quedando San Miguel victorioso y desechando a la tierra al demonio. En la liturgia, que le da culto desde el siglo V, el arcángel Miguel asume el papel de protector, tanto en la celebración de la palabra en la misa (primera lectura), como en la Liturgia de las Horas, en antífonas y oficio de Lectura. Siempre aparece con ese papel.
En la lectura del Evangelio, Jesús sorprende a Natanael diciéndole: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera. También les dijo: Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.” (Jn 1: 48. 51) Una misma acción: ver; ¡te vi! ¡Verán! La mirada de Jesús es siempre una mirada de amor misericordioso. Mirada que abarca lo que somos, nuestro pasado, nuestro presente y también nuestro futuro al que estamos predestinados en la persona de Cristo, desde toda la eternidad. Preciosa esta mirada, por eso, destina a sus ángeles a cuidar y proteger a cada uno de sus hermanos y hermanas, hijos de Dios por el bautismo.
En este día en el que celebramos el don de los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, y también los ángeles guardianes; ellos que son parte de los miles y miles que sirven a Dios y de los millones que están a sus órdenes, con sus ruegos nos alcancen del Señor el amarle sobre todas las cosas, ser fuertes porque Él va con nosotros en el camino de la vida y una inquebrantable esperanza porque Él posee medicinas para todos nuestros males. Amen.