HOY ES NAVIDAD

HOY ES NAVIDAD

Por Nuestro Párroco, el P. Carmelo Jiménez

Para este día no quiero hacer una reflexión sobre las lecturas únicamente. Quiero hacer una reflexión del acontecimiento Navidad.

Hemos estado viendo muchas cosas malas y desgracias todos estos días. La queja constante de la economía pero las tiendas están llenas. Estamos viviendo tiempos de muchas enfermedades desconocidas. Incluso a mí preguntan: ¿de qué viene la bells palsy? (la enfermedad que tengo ahora)  Y los doctores solo dicen de algún virus, pero nadie sabe. También vemos muchas guerras y divisiones en todo el mundo. Una psicosis de temor por los diferentes ataques y acontecimientos, dentro de este país y afuera. Pero a pesar de todo es Navidad. Sí, porque Navidad nos trae un mensaje de esperanza, en el salmo proclamamos: “¡hoy nos ha nacido un salvador!”.

¿Un salvador? ¿Nos podrá salvar de todas estas desgracias que vivimos? La respuesta es sí: “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será: “Consejero admirable”, “Dios poderoso”, “Padre sempiterno”, “Príncipe de la paz” (Is. 9: 5). Si, un Salvador que puede cargar sobre sus hombros nuestras enfermedades y delitos. El trae una esperanza pero no alienante sino que respeta el proceso de cada uno, porque al encarnarse deja trono y gloria, y se hace humilde, y toma toda condición de hombre. Por eso el anuncio es también para nosotros: “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció” (Is 9: 1).

Esta noche santa y llena de alegría y esperanza,  no debe esfumarse en una memorización de lo pasado, sino que nos debe llamar, a todo creyente a contemplar reposadamente aquel acontecimiento y el por qué se ha producido. En silencio junto con José y María es necesario meditar en lo sucedido. Dios, quien es infinitamente rico se hace pobre. Dios, infinitamente santo, asume la naturaleza humana menos en el pecado. Todas estas vivencias deberían cambiar algo en nuestra vida.

“El ángel les dijo: “No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2: 10-11). Y esta es la gran Buena Noticia que el mundo necesita escuchar nuevamente. Deberíamos revivir este acontecimiento desde el misterio pascual. Lo cual significa para el creyente un compromiso serio frente a la historia que va viviendo cada uno. No celebraremos bien la Navidad si no se rompe a nuestro alrededor algún lazo esclavizador que imposibilita la verdadera comunión en la familia, en el trabajo, en nuestros compromisos sociales.

Esta Noche debe ser santa como la de Pascua, porque es muy apropiado para recordar, experimentar, proclamar, y recibir la gloria de Dios. Gloria y paz. La paz entendida como el  bienestar, la dicha, la salud corporal, la tranquilidad, el entendimiento pacífico entre los pueblos y los hombres; la salvación entendida como una realidad estable que ha de llegar.

Hoy quiero desearles Feliz Navidad, pero con ello decir: que Dios nos libre de toda condena, que la dicha y la paz reine en sus corazones y familias. Que la gloria de Dios se muestre sobre sus rostros y así crezca su esperanza en la redención eterna. Hermanos y Hermanas, celebremos alegres que “¡hoy nos ha nacido un salvador!”.

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