NUEVAMENTE, CRISTO NOS PIDE: AMAR
Por nuestro Párroco, Padre Carmelo Jiménez
Nuevamente nos encontramos con el tema del amor y la justicia en las lecturas para este domingo. Podríamos exclamar: ¡otra vez! Viene a mi memoria la historia de San Juan Apóstol y evangelista, al ser el último de los apóstoles vivo, tenía muchas invitaciones, pero en todos los lugares que le invitaban hablaba del amor, del mandamiento nuevo del amor. En una comunidad de cristianos que visitó, a su llegada le pidieron: ¡maestro Juan, nos da mucho gusto que nos visite, pero ya no nos hable del mandamiento nuevo del amor porque ya nos los sabemos! Y el Apóstol les preguntó: ¿y lo están practicando? Porque mientras no sea una realidad sigue siendo nuevo.
El evangelio para este domingo es muy claro al decir: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Cuantas veces lo hemos escuchado y cuántas veces hemos repetido: “yo amo a Dios con todo mi corazón”. Viene la pregunta: ¿amas a tu prójimo de igual manera que a Dios? Tenemos muchas complicaciones en el amor hacia el prójimo: ¡Este me hizo tal cosa! ¡Aquel dijo tal cosa de mí! ¡Este o aquella no me cae bien no sé porque, no me hizo nada, pero no me cae bien!
La primera lectura del libro del Éxodo nos pide: “No oprimirás ni vejarás al forastero… No explotarás a viudas ni a huérfanos… Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero… Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo”. Es muy fácil caer en injusticias, a veces creemos que no somos injustos porque vemos las grandes injusticias que en el mundo pasan, pero no importa cuán grande sea nuestras injusticias, son eso, porque Dios nos invita, a que si creemos en El tenemos que amar al prójimo.
Es fácil decirle a Dios que lo amamos en nuestros corazones, pero ¿qué le decimos con nuestras obras? Toda la ley de Dios esta resumida en el AMOR, a Dios y al prójimo. Por lo tanto, cuanto más a amamos al prójimo, nuestro amor a Dios es mas autentico. Dios nos creó a su imagen y semejanza, y nos quiere semejantes a Él, en el amor puro y verdadero. Quiere que en cada uno exista amor y nada más que amor.
Los odios, las venganzas, las maledicencias, las injusticias vienen del demonio. El amor viene de Dios. Amor es lo único que nos pide Dios, no mas y no menos. Amor vivido en práctica, en paciencia, en aceptación de unos con otros a pesar de las diferencias. Amor que une, razas, pueblos y ciudades. Amor, que nos inspiren hacia la paz.
El miércoles el Obispo Medley les pedía a los que están en la Formación de su Fe, y a quienes estábamos allí para la reunión del Decanato con él: “ser mejor mañana”. Yo puedo hacer la diferencia, no esperes que los demás actúen viviendo y dando amor. Vive el amor, da amor, y verás que nuestro mundo cambiará. Que Dios nos conceda rechazar toda ocasión de injusticia y maldad y nos conceda sentir su amor, para que nosotros amemos a nuestro prójimo, así nuestra profesión de amor a Él, será auténtica. Amen.