XV DOMINGO ORDINARIO 2014

EL SEMBRADOR Y LAS DEMAS PARABOLASFrCarmelo6

Por nuestro Párroco Padre Carmelo Jiménez

Jesús usó muchas parábolas para explicar el Reino de Dios y la voluntad de Dios Padre. Una parábola es una forma de transmitir verdades ocultas sobre el Reino de Dios. Las parábolas son relatos breves e imágenes tomadas de la vida cotidiana. Jesús utilizó esas historias e imágenes constantemente. Una buena imagen puede transmitir más fuerte y clara una idea que un montón de palabras. Jesús quería que los discípulos y apóstoles entendieran exactamente y mejor que los demás la voluntad de Dios. Él les explica en privado el significado de la parábola del sembrador y muchas otras parábolas.

Un día, cuando yo acababa de llegar aquí (Sebree, Ky), Patti Gutiérrez me pidió que le enseñara cómo utilizar las historias de vida cotidiana para explicar y anunciar el Evangelio. Hace unos días vi su blog (patticc.com) y me encontré con una muy buena reflexión acerca de cómo tomar ventaja de nuestras crisis. Su familia tuvo hace unas semanas una situación difícil con su pequeño hijo. Patti escribió: “5 lecciones para el ministerio desde nuestro reciente Crisis”, y con su reflexión nos ayuda a crecer en nuestra espiritualidad y crecer en ser fiel a Dios en cualquier situación. Yo no le enseñe a ella, pero me gustó mucho su reflexión.

Jesús usó historias de la vida cotidiana para enseñar a todo el mundo. Sabía que muchos de ellos no entendían, pero muchas de esas personas que lo escuchaban abrirían sus corazones y los oídos y lo seguirían: “Por eso les hablo en parábolas, porque mirando no ven y oyendo, no escuchan ni entienden”. Para aquel que abre su corazón y los oídos, Jesús promete que van a enriquecerse con su sabiduría. Jesús llamó a sus discípulos y apóstoles benditos porque ellos vieron y oyeron lo que los demás querían ver y oír pero no pudieron. Jesús dijo: “En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron”. Somos bendecidos de igual manera nosotros, como los discípulos y apóstoles de Jesús, ya que podemos ver y oír lo que sucede en la vida de los fieles creyentes.

La parábola sembrador nos enseña a escuchar a Dios. La gran pregunta para nosotros es: ¿cómo puedo yo/ustedes escuchar la Palabra de Dios? Algunas partes del Evangelio son fáciles de escuchar y reflexionar. Cuando el mensaje es alegre y amable, la naturaleza humana está presta para recibirlo. Pero si el mensaje viene con dolor, tristeza o una mala situación, nos olvidamos de la felicidad del primer anuncio. Dios llena de gracia a los que tienen hambre de El por medio de su palabra, ya que puedan comprender su voluntad y tener la fuerza para vivir de acuerdo a su ley.

Sólo cuando los corazones están abiertos las parábolas de Jesús encuentran buena tierra y la palabra de Dios los ilumina. Dios está siempre dispuesto a hablar con cada uno de nosotros y nos da la comprensión de su palabra. ¿Estás dispuesto a escuchar a Dios? ¿Tienes hambre de Dios? Recuerda siempre, la palabra de Dios nos desafía nuestra vida diaria. Nuestra fe es probada en los momentos difíciles y tristes. Si somos cristianos y estamos con Jesús siempre podemos probar nuestra fe y dar fruto. El tiempo de cosechar está llegando y el amor, la esperanza, la fe, la caridad, son los frutos que debemos nosotros dar.

Que Dios te bendiga y te ayude a crecer en tu fe. Abre tu corazón y tus oídos, para escuchar la palabra de Dios. Comparte tu felicidad y tu esperanza en Jesús con los hermanos y hermanas. Como Jesús enseñó a sus discípulos, que él te enseñe. Como los discípulos y apóstoles de Jesús escucharon a su señor, tú también escucha a Jesús, tu Salvador. Y un día Dios te dará junto con todos los creyentes un lugar en el cielo, como Jesús dio a sus discípulos y apóstoles. Amén.

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